lunes, 9 de enero de 2012

DIÁLOGO ENTRE DOS DESCONOCIDOS EN EL TREN

A1- ¡Perdone usted! Es este tren que da tumbos. ¿Le he hecho daño?
B1- No, no, no se preocupe, no me ha hecho nada. ¿Y a usted le duele el brazo? ¡después de ese estirón!.
A2- ¡Bueno! De momento no. Estoy acostumbrado de todos los días. En esta línea todos los conductores conducen como locos.
B2- ¡Ni que lo diga! Yo lo suelo coger siempre por la tarde y también sucede lo mismo. Incluso el otro día tuvimos que provocar que no arrancase en una estación. De tal frenazo que dio el conductor una señora tropezó con un carricoche, con tan mala suerte que calló y se le quedó enganchado el pie entre el eje que une las ruedas del carricoche.
A3- ¡Pobre mujer! Imagino que se liaría una buena ¿cómo lo solucionaron después?
B3- ¡Pero buena que se lió! El conductor que al principio no sabía nada, salió de la cabina muy enfadado porque le golpearan en la ventana. Una vez que le explicaron que sucedía avisó por megafonía primero al jefe de estación, para que éste a su vez  avisara al servicio de emergencias y después a los viajeros del tren, para que conocieran el motivo del parón del servicio. Hecho esto, fue a interesarse x la accidentada.
A4- Y mientras en el tren ¿qué pasaba con la mujer?
B4- Pues se lió un tropel, como de costumbre en estas situaciones. Todo el mundo asomándose y preguntando, haciendo conjeturas, bla, bla, bla,… de tal manera que tuvieron que hacer un pasillo entre la muchedumbre para que pasara el maquinista.
A5- ¡Madre mía! ¡Siempre igual! La gente es que no se da cuenta de las cosas. Estaría la pobre mujer súper agobiada.
B5- Pues sí, yo le estaba abanicando con el periódico porque era una locura. Además la dueña del carricoche se puso nerviosa al intentar liberarle el pie de entre las ruedas y le hizo más daño. Acabaron llorando las dos de la misma impotencia.
A6- A todo esto los de emergencias ¿dónde estaban? ¿llegaron pronto o qué?
B6- ¡Bueno esos!, como de costumbre tardaron un rato, aunque, todo hay que decirlo, se portaron muy bien, llegaron organizando al gentío, tranquilizando a ambas señoras y fueron muy rápidos para liberar el pie de la accidentada, con el menor daño, según ella dijo. La trataron con suma amabilidad.
A7- ¡Qué bien! ¡Así da gusto! Aunque tarden algo en llegar, lo cual debería cambiar, una vez en su trabajo suelen ser muy profesionales.
B7- Yo tengo un sobrino que hizo el cursillo, y no sólo consiguió el trabajo, sino que además le ayudó a templar su temperamento, que le vino muy bien también.
A8- Pues mire dos cosas que se llevó. La próxima parada es la mía.
B8- ¡Vaya! ¡qué ameno se me ha hecho este viaje!
A9- Pues sí, encantado de la charla.
B9- Igualmente, ha sido un placer.
A10- ¡Hasta otra!
B10- ¡Hasta luego!

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